Uno de los momentos que más interrogantes genera en los tutores de animales de compañía tiene que ver con aquellos instantes en los que, el perro o el gato, no quieren comer. Esta inapetencia puede deberse a varios factores, los cuales deben tenerse en cuenta para evitar desbalances y enfermedades.
La pérdida de apetito no obedece solamente a caprichos o comportamientos de las mascotas, sino que también es una señal importante que alerta sobre problemas de salud, en el entorno, o incluso con el alimento que se le está ofreciendo a la mascota.
Aunque las mascotas no pueden abierta y claramente manifestar sus dolencias, los tutores aprenden a identificar cuando algo no está del todo bien. La anorexia o rechazar del todo el alimento son señales inequívocas de que algo no está bien y es importante conocer las causas para intervenir a tiempo.
Comportamiento
La hora de la comida es una hora muy importante para perros y gatos, y generalmente necesitan espacios y horarios constantes y especiales para ello. Lugares demasiado ruidosos, con personas extrañas o con otros animales, o la ausencia de sus tutores, entre otros factores, pueden llegar a generar experiencias negativas por estrés, nerviosismo o ansiedad. e incluso pueden llegar a cohibirlos de alimentarse.
Si bien no todos los animales se ven afectados de igual manera, los más nerviosos, los más consentidos y los más apegados a sus dueños son los que a menudo manifiestan este tipo de comportamiento. Adicionalmente, si se acostumbra a las mascotas a la comida de humanos, que suele ser más llamativa, ellos pueden llegar a chantajear a los tutores fingiendo falta de apetito para obtener algún bocado prohibido.
Enfermedades
Si la pérdida de apetito viene acompañada por vómito, diarrea, decaimiento, dolor o fiebre, el problema puede ser más importante y requerirá observación exhaustiva y tratamiento veterinario.
En ocasiones, los animales de compañía manifiestan apatía e inapetencia como muestra de una enfermedad más grave. En estos casos, si pasan más de 24 horas y el animal no ha ingerido nada o no ha tomado agua, es necesario acudir al médico veterinario para una valoración más a fondo y un diagnóstico oportuno.
Cambios drásticos
Cambios bruscos como: mudanzas, vacaciones, llegada de nuevos compañeros animales o humanos, e incluso cambios de horarios, lugares o recipientes, pueden generar un poco de ansiedad y resistencia en las mascotas.
Lo ideal es que estos cambios se realicen progresivamente y que, aunque ellos no puedan entenderlo del todo, se les hable y se les explique la situación. También es importante armarse de paciencia y comprensión para que la etapa de estrés pueda ser más llevadera.
Problemas con el alimento
Contrario a lo que pasa con los seres humanos, las mascotas no pueden tener todos los días un menú diferente y algunas veces, pueden manifestar su inconformidad con el alimento que se les ofrece. Sin embargo, dejar el plato lleno no solamente es sinónimo de perdida de interés, sino que también podrían estar indicando que el alimento no se encuentra en óptimas condiciones (por un mal almacenamiento u otro problema).
También, cuando se realizan cambios alimenticios bruscos, como pasar de una marca de concentrado a otra, el perro o gato pueden resistirse un poco. Como resultado, los platos estarán llenos, habrá expresiones de hambre y la mascota intentará llamar la atención. Recuerde que siempre que se hace un cambio en la alimentación, este debe hacerse progresiva y proporcionalmente en un periodo de dos semanas: introduciendo en pequeñas cantidades el nuevo, mientras se reduce el anterior.
Edad
La voracidad y el apetito de los animales de compañía tienden a reducirse con la edad. El apetito y el metabolismo de un cachorro no son iguales a los de un animal adulto, y los requerimientos nutricionales tampoco.
Además, cuando perros y gatos sobrepasan cierta edad, sus sentidos, principalmente olfato y vista, van perdiendo agudeza y también pueden tener pérdidas dentales, haciendo que no se interesen tanto por el alimento por desorientación o por dolor al momento de masticar.
En exceso
Si las mascotas, con frecuencia, dejan comida quizá es hora de revisar la cantidad de alimento que se les está ofreciendo. Cuando se les dan galletas, snacks o premios en exceso o cuando ellos por su cuenta comen alimentos durante los paseos o roban alimentos en casa, no tendrán suficiente apetito.
También es importante tener en cuenta factores como edad, raza, tamaño y actividad física del animal, para balancear la dieta de las mascotas y así no pecar por exceso o por defecto.