Nuestras mascotas perciben los sabores de manera distinta a los humanos, y comprender estas diferencias puede aportar información valiosa para mejorar su alimentación.
los perros, sí pueden detectar tanto el sabor dulce como el umami. Además, tanto gatos como perros son capaces de percibir sabores amargos.
Lo que aún no está del todo claro es si los receptores del sabor amargo funcionan en los animales con la misma precisión que en los humanos, o si su sensibilidad a ese sabor es menor.
Genética y la comida
El sabor dulce puede indicar que un alimento es rico en carbohidratos, los cuales son una buena fuente de energía.
El sabor umami señala la presencia de proteínas, mientras que el salado denota sodio, un nutriente esencial para el organismo.
El gusto amargo es más complejo, pero los científicos creen que puede estar relacionado con la acidez, lo que podría sugerir la presencia de vitamina C o advertir si una fruta en descomposición aún es segura para el consumo.
La capacidad de detectar y diferenciar estos sabores está determinada por el ADN de cada especie. Existen genes específicos que producen los distintos receptores gustativos en las papilas de los animales.
Muchas personas, según el tipo de mascota que tienen, tienden a variar su alimentación de acuerdo con los gustos del animal.
Las diferencias en la percepción del sabor entre perros y gatos también están ligadas a sus dietas. Los gatos son carnívoros estrictos, lo que significa que obtienen los nutrientes que necesitan exclusivamente de la carne.
En cambio, los perros tienen una dieta más flexible y se alimentan de forma oportunista, consumiendo lo que esté disponible.