Con la llegada de las vacaciones de mitad de año, muchas personas están contemplando viajar con sus mascotas. Collar, comedero y bebedero, juguetes y otros elementos hacen parte del kit de viaje de los tutores; sin embargo, existe un elemento adicional que no debe pasarse por alto para tener unas buenas vacaciones en compañía de las mascotas: la prevención antiparasitaria, especialmente contra las garrapatas.
No importa si viaja con su mascota a lugares cálidos o fríos, las garrapatas, gracias a la evolución, han logrado adaptarse a una gran variedad de climas e incluso pueden encontrarse dentro de casa, completando su ciclo de vida que, usualmente, puede tomar desde semanas hasta varios meses. Es por esta razón que, en algunas ocasiones, erradicarlas puede ser una tarea difícil.
¿Qué son las garrapatas?
Contrario a lo que algunos piensan, las garrapatas no son consideradas como insectos. Estas son pertenecientes a la clase de los arácnidos en donde comparten la clasificación con las arañas y los ácaros que producen sarnas en las mascotas.
Adicionalmente, las garrapatas se clasifican como ectoparásitos (parásitos externos) que son hematófagos (es decir, que se alimentan de sangre), lo que les facilita cambiar de fase dentro de su ciclo de vida.
Su amplia distribución permite encontrarlas no solo en diferentes climas, sino también parasitando a distintas especies animales como aves, reptiles y mamíferos. Esta característica es fundamental, ya que, si bien existen garrapatas de aves, estas pueden alimentarse de la sangre de perros y gatos, e incluso de los seres humanos, lo cual es considerado como un factor de riesgo adicional para la transmisión de enfermedades.
En cuanto a las características físicas de las garrapatas, las cuales son esenciales para hacer un diagnóstico temprano, dichos parásitos tienen 4 pares de patas en su etapa adulta, no tienen alas ni antenas, y pueden llegar a medir desde 1 milímetro, en sus fases iniciales, hasta 2 centímetros en las etapas adultas, lo cual puede hacer difícil su observación a simple vista.
Riesgos de las garrapatas
Uno de los principales riesgos está relacionado con sus hábitos alimenticios. Al consumir sangre de los hospedadores puede ocasionar anemia en casos de infestaciones altas, parasitismo de animales débiles, jóvenes o adultos mayores, o mascotas con otras condiciones médicas.
Otra consecuencia de su alimentación de la sangre de las mascotas es que las garrapatas pueden transmitir diferentes enfermedades infecciosas, dentro de las cuales se pueden encontrar:
- Ehrlichiosis. En la que la mascota puede presentar cuadros de fiebre, pérdida de peso, debilidad, anemia, hemorragias y dolor en las articulaciones.
- Babesiosis. Generando fiebre, pérdida del apetito, coloración amarilla o pálida de las mucosas y coloración oscura de la orina.
- Anaplasmosis. Los signos clínicos suelen ser similares a los de la ehrlichiosis.
En este sentido, la médica veterinaria Camila Barrios recalca que “la prevención antiparasitaria y el diagnóstico son aspectos que los cuidadores de mascotas deben priorizar, ya que los animales no solo pueden verse afectados, sino también convertirse en fuente de infección para los humanos”.
Finalmente, la picadura de las garrapatas puede generar lesiones en la piel, dando lugar a infecciones por bacterias, e incluso reacciones alérgicas por hipersensibilidad a la saliva de los parásitos.
¿Cómo evitarlas?
En esta temporada de vacaciones, las mascotas, principalmente los perros, están más expuestos a tener contacto con las garrapatas durante los paseos e incluso en guarderías o colegios campestres. Por este motivo, es fundamental protegerlos con antelación al viaje.
“Una parte importante de la prevención consiste en saber reconocer como es una garrapata y tomar medidas antes de viajar, ya que la protección que ofrecen los productos antiparasitarios no es inmediata”, explica la médica veterinaria y añade, “una vez se observen garrapatas en el perro o el gato, es fundamental hacer una limpieza exhaustiva del hogar porque los huevos y las formas inmaduras del parásito pueden esconderse en el hogar”.
Actualmente, en el mercado existen diferentes opciones de acuerdo con las necesidades del tutor y de la mascota. “Lo esencial es que, antes de comprar cualquier producto, los tutores hablen con su médico veterinario para elegir el que mejor se adapte a las necesidades”.
Además del uso de productos antiparasitarios con frecuencia, y no solo durante las vacaciones, es importante revisar la piel y el pelo de las mascotas, alimentarlas correctamente, y consultar al médico veterinario en caso de notar signos como fiebre, decaimiento, falta de apetito, rascado frecuente, sangrados y coloración anormal de las encías o la parte interior de los párpados.